- La guía pone al castellano al mismo nivel que las lenguas extranjeras
- Critica que la Constitución lo reconozca como oficial en las Islas
Manuel Aguilera.Palma. El Mundo
El Govern del socialista Francesc Antich distribuyó en institutos y centros cívicos una guía que equipara al castellano con lenguas extranjeras como el chino, el árabe o el mandinga. En sus páginas se critica la oficialidad que da la Constitución Española al castellano en todas las comunidades porque la única «lengua propia» de los que llama Països Catalans es la catalana. El resto de lenguas las han traído extranjeros o han sido impuestas.
Como publicó EL MUNDO / El Día de Baleares ayer, la guía fue financiada por la Conselleria de Educación -a través del consorcio para el fomento del catalán COFUC-, la organización catalanista balear OCB y la entidad catalana Plataforma per la Llengua. Es una versión adaptada a Baleares de otra hecha en 2006 en Cataluña y en total, con todas las ediciones, se han llegado a distribuir 52.000 ejemplares. La guía ha estado colgada en la página web de la propia Conselleria de Educación balear hasta hace dos semanas, cuando el nuevo gobierno del PP ha decidido retirarla.
El manual plantea preguntas que supuestamente se hacen los catalanoparlantes. Una dice lo siguiente: «A menudo me argumentan que en las Islas Baleares, o en Cataluña o en el País Valencià se hablan dos lenguas, y que las dos son propias del país. ¿Esto es cierto?». La respuesta que da la guía es: «No, en los Países Catalanes no hay dos lenguas, sino que hay muchas más. (...) Hay comunidades importantes de hablantes de urdu, chino, árabe, amazigh, quechua, wólof, mandinga, alemán, castellano, etcétera, aunque esta última es la que tiene más hablantes». Añade que «la única lengua propia del territorio y del país es la lengua catalana porque es la única lengua que se ha formado y se ha hablado históricamente. Ni el castellano ni el alemán ni el árabe son lengua propias de nuestro país».
Estas afirmaciones chocan de frente con lo que sienten los baleares. Según la encuesta sociolingüística 2011 realizada por el Govern a través del IBESTAT, el 46% siente como lengua propia el castellano por el 36% que tiene el catalán. El 6% tiene a las dos y el 12% otras. No obstante, el 65% reconoce que la propia de la comunidad es el catalán.
La guía sigue en todo momento la terminología nacionalista catalana. La Comunidad Valenciana es el País Valencià, Cataluña es el Principat y el sur de Francia donde se habla catalán es Catalunya Nord. En general, las regiones donde se habla esta lengua son los Països Catalans.
A continuación, carga contra la Constitución por reconocer al castellano como oficial en todas las comunidades, incluida Baleares. «El castellano es una lengua oficial en los Países Catalanes porque así lo impone la Constitución Española, pero esto es una circunstancia legal que se puede alterar». Afirma que ello «representa un tratamiento no igualitario de las lenguas».
La guía dice que es falso que el castellano y el francés sean «de uso normal en las tierras de habla catalana por procesos puramente espontáneos». Asegura que estas lenguas se han impuesto por «métodos que han sido particularmente incisivos en las escuelas con los niños».
«Sólo fuera de los contextos de los países democráticos encontramos lenguas comparables a la nuestra que están en la misma situación». Asegura que los únicos países democráticos que no aplican un «plurilingüismo de Estado» son España y Francia.
Dice que estos países han reprimido y exterminado culturalmente el catalán, «incluso con métodos drásticos de maltratos físicos y psíquicos sobre las personas». «Actualmente la legislación y las políticas continúan, sutilmente y bajo un paraguas mediático de aparente normalidad, discriminando y menospreciando a los catalanoparlantes». «Mediante el uso del poder mediático y gubernamental, el genocidio cultural ha pasado a una segunda fase de fomento de la baja autoestima de los catalanoparlantes». Afirma que hay «políticas reales de discriminación, desprestigio y generación de autoodio».
Como se publicó ayer, también anima a los catalanoparlantes a no utilizar casi nunca el castellano. Les aconseja hablar siempre en catalán a inmigrantes, vendedores, policías, estudiantes Erasmus, etc. Sólo contempla el cambio al castellano si se es funcionario o vendedor, es decir, «si nos jugamos el trabajo».
En uno de los supuestos explica: «Algunas veces, especialmente con recién llegados del norte de Francia, nos puede pasar que al hablarles en catalán nos respondan en castellano. Recomendamos no recurrir a esta lengua».
En el apartado «¿qué puedo hacer yo para mejorar el uso de la lengua?», uno de los consejos que da es «consumir productos y servicios en catalán y, siempre que sea posible, dejar bien claro que es por este motivo que hemos elegido el establecimiento o el producto». La guía anima a denunciar a los establecimientos que no rotulen en catalán, abandonar restaurantes sin carta en esta lengua, a quejarse en librerías, cines, etc.
El Mundo BalearesComo publicó EL MUNDO / El Día de Baleares ayer, la guía fue financiada por la Conselleria de Educación -a través del consorcio para el fomento del catalán COFUC-, la organización catalanista balear OCB y la entidad catalana Plataforma per la Llengua. Es una versión adaptada a Baleares de otra hecha en 2006 en Cataluña y en total, con todas las ediciones, se han llegado a distribuir 52.000 ejemplares. La guía ha estado colgada en la página web de la propia Conselleria de Educación balear hasta hace dos semanas, cuando el nuevo gobierno del PP ha decidido retirarla.
El manual plantea preguntas que supuestamente se hacen los catalanoparlantes. Una dice lo siguiente: «A menudo me argumentan que en las Islas Baleares, o en Cataluña o en el País Valencià se hablan dos lenguas, y que las dos son propias del país. ¿Esto es cierto?». La respuesta que da la guía es: «No, en los Países Catalanes no hay dos lenguas, sino que hay muchas más. (...) Hay comunidades importantes de hablantes de urdu, chino, árabe, amazigh, quechua, wólof, mandinga, alemán, castellano, etcétera, aunque esta última es la que tiene más hablantes». Añade que «la única lengua propia del territorio y del país es la lengua catalana porque es la única lengua que se ha formado y se ha hablado históricamente. Ni el castellano ni el alemán ni el árabe son lengua propias de nuestro país».
'El castellano se ha impuesto con métodos incisivos en las escuelas'
La guía sigue en todo momento la terminología nacionalista catalana. La Comunidad Valenciana es el País Valencià, Cataluña es el Principat y el sur de Francia donde se habla catalán es Catalunya Nord. En general, las regiones donde se habla esta lengua son los Països Catalans.
A continuación, carga contra la Constitución por reconocer al castellano como oficial en todas las comunidades, incluida Baleares. «El castellano es una lengua oficial en los Países Catalanes porque así lo impone la Constitución Española, pero esto es una circunstancia legal que se puede alterar». Afirma que ello «representa un tratamiento no igualitario de las lenguas».
La guía dice que es falso que el castellano y el francés sean «de uso normal en las tierras de habla catalana por procesos puramente espontáneos». Asegura que estas lenguas se han impuesto por «métodos que han sido particularmente incisivos en las escuelas con los niños».
«Sólo fuera de los contextos de los países democráticos encontramos lenguas comparables a la nuestra que están en la misma situación». Asegura que los únicos países democráticos que no aplican un «plurilingüismo de Estado» son España y Francia.
Dice que estos países han reprimido y exterminado culturalmente el catalán, «incluso con métodos drásticos de maltratos físicos y psíquicos sobre las personas». «Actualmente la legislación y las políticas continúan, sutilmente y bajo un paraguas mediático de aparente normalidad, discriminando y menospreciando a los catalanoparlantes». «Mediante el uso del poder mediático y gubernamental, el genocidio cultural ha pasado a una segunda fase de fomento de la baja autoestima de los catalanoparlantes». Afirma que hay «políticas reales de discriminación, desprestigio y generación de autoodio».
Como se publicó ayer, también anima a los catalanoparlantes a no utilizar casi nunca el castellano. Les aconseja hablar siempre en catalán a inmigrantes, vendedores, policías, estudiantes Erasmus, etc. Sólo contempla el cambio al castellano si se es funcionario o vendedor, es decir, «si nos jugamos el trabajo».
En uno de los supuestos explica: «Algunas veces, especialmente con recién llegados del norte de Francia, nos puede pasar que al hablarles en catalán nos respondan en castellano. Recomendamos no recurrir a esta lengua».
En el apartado «¿qué puedo hacer yo para mejorar el uso de la lengua?», uno de los consejos que da es «consumir productos y servicios en catalán y, siempre que sea posible, dejar bien claro que es por este motivo que hemos elegido el establecimiento o el producto». La guía anima a denunciar a los establecimientos que no rotulen en catalán, abandonar restaurantes sin carta en esta lengua, a quejarse en librerías, cines, etc.
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