Ibiza, la isla Scorpio, la isla de la muerte, la isla de Baal.... otra vez se cobra un abusivo tributo en sangre. Drogas y alcohol no lo explican todo.
Gran Bretaña, de un día para otro y así llevan todo el verano 2011.
"El verano se ha escondido", dice la prensa inglesa.
Quizás por ello los jóvenes británicos, dotados de una vitalidad digna de mejor causa, están entusiasmados para irse a matarse en Ibiza. No todos, pero casi.... Dios santo, qué colocones, qué de peleas a cuchilladas, de accidentes de moto, de bici, de peleas tumultuarias y, por supuesto, cuánta cantidad de mierda se meten en la sangre los inglesitos (y los españoles, italianos y alemanes, peor menos).
Los españoles también somos bastante gilipollas.
Pero los ingleses son los campeones de la imbecilidad: ¿por qué se meten veneno en la sangre? ¿No saben qué es el éxtasis, la ketamina y otras pastillas de composición diabólica? ¿De qué hablan en la oficina, en el colegio? ¿nadie les ha explicado que la ketamina se usa como anestésico de caballos?
Si una pudiera elegir les diría: "hombre, seguid con el porrito, que relaja y ayuda alas relaciones humanas"... pero el cannabis no deja bastante dinero. Por esto están destrozando a una juventud que no tiene picardía ni astucia.
¿Qué cojones estudian los niños en la escuela?
Ibiza, isla negra, isla Escorpión, isla de la muerte.... y van tan tranquilos al degolladero, saqueados en su dinero y en su salud por unos desalmados criminales que jamás pagarán por sus crímenes contra la humanidad.
¿Lo harán a propósito, eso de suicidarse?
El problema es que nos colapsan los hospitales, la policía, las ambulancias... y encima la mayoría se van sin pagar la factura sanitaria, aunque nuestros políticos -en general incompetentes o corruptos, salvo excepción- después digan que sí.
Y el problema, en los que mueren -y caen como moscas- es que dejan un estela de dolor estúpido, inexplicable que jamás tendrá consuelo ni tendrá remedio.