Baleares: Sólo en catalán, nunca mais
Escribe: Román Piña Valls
Una plataforma llamada “Prou destrucció. Salvem Mallorca”, organizó una reunión para docentes. Tras hora y media de terapia de grupo, decidieron que “era necesario defender nuestra lengua (se refieren al catalán) ante la posibilidad de que el Govern quiera modificar el Decreto de Mínimos o, incluso, la Ley de Normalización Lingüística”. Y en concreto decidieron convocar una concentración para este sábado 12, a las 18’30 h en la Plaza de España, en la que a ser posible el personal luzca camisetas blancas con el lema “escola en catalá ara i sempre”. Se han olvidado de “por los siglos de los siglos”, pero el lema rezuma igualmente esa solemnidad religiosa de los ritos eternos. Puro nacionalcatolicismo. Ese lema revela que el asunto de la Normalización es materia sagrada. Y contra los enemigos de lo sagrado, ya se sabe cómo se lucha: con la Inquisición.
Una profesora que acudió a esa reunión ha cumplido el mandato emanado de la misma y ha enviado a todos los compañeros de su centro educativo el panfleto correspondiente. Y ha añadido: “TAMBÉ PODRÍEM IMPLICAR ALUMNES I CONVIDAR LA BATUCADA A FER-NOS COSTAT. En qualsevol cas, hi ha una intenció clara que la demanda d'ensenyament públic de qualitat i en català es faci extensiva als pares i que els convidem a participar de la mobilització.”
Ay, el celo. La cosa se enreda. ¿Qué quiere esta plataforma, salvar Mallorca, o meter ruido contra del partido que gobierna en Baleares en plena campaña electoral?
Y aunque sus intenciones no sean bastardas, ¿no es un poco censurable “implicar a los alumnos” en una movilización ideológica? Una lucha que da por incuestionable que la enseñanza pública ha de ser de calidad y en catalán.
De calidad, de acuerdo. Pero, ¿en catalán? Acaso eso sea incompatible. O de calidad o en catalán. Una enseñanza sin castellano, no puede ser de calidad. Mejor se lo piensen dos veces los que dicen querer salvar Mallorca de la destrucción.
Apostar por la calidad de la enseñanza pública, en rigor, es apostar por el castellano en la enseñanza pública. El catalán ha de tener su cuota, exquisita, sagrada, de prestigio, pero sin rodillo. Y así quizá no tengamos que darle la razón a Rubalcaba de que favorecemos la enseñanza concertada y que se nos van los alumnos de la pública…porque sus padres entienden que una enseñanza de calidad no pasa exactamente por ser “en català ara i sempre”.
El Mundo Baleares