PEDIR LO IMPOSIBLE, por Aleix Vidal-Quadras
Durante la pasada campaña electoral el sonsonete de CiU ha sido la reclamación del pacto fiscal. En esencia, la fórmula de financiación que reclaman los nacionalistas catalanes es similar a la que se aplica a las Comunidades de régimen foral, es decir, el gobierno autonómico recauda, inspecciona y regula todos los impuestos en el marco de la legislación tributaria general y acuerda con el Estado su contribución a la hacienda nacional. El problema es que constitucionalmente Cataluña es una Autonomía de régimen común y por tanto este trato de privilegio no encaja en el ordenamiento vigente. Además, si semejante maniobra se llevase a cabo mediante alguna vía extraña extraída del Estatuto de 2006, las restantes Comunidades reclamarían lo mismo y España dejaría de existir por falta de fondos. Si la Generalidad catalana se encuentra ahogada por su deuda y su déficit es porque sucesivos gobiernos nacionalistas han gastado sin tino para fabricar un pseudo-estado que les permita satisfacer sus ansias secesionistas y mantener prisionera a toda una sociedad. La pretensión de que sea el resto de la nación de la que quieren separarse la que pague sus excesos revela una desfachatez asombrosa acompañada de la suposición de que los demás españoles son idiotas. Se ha dicho que el éxito obtenido por los herederos de Pujol en las elecciones del 20-N dará nuevas alas a esta aspiración y que el Ejecutivo del PP deberá ser receptivo con el fin de obtener el apoyo del grupo encabezado por Durán en el Congreso. Las razones por las cuales una mayoría absoluta ha de plegarse a las exigencias absurdas de una minoría resultan tan misteriosas como las que llevaron a ciertos dirigentes del PP a afirmar que su partido estaba dispuesto a hablar del asunto. En caso de entablarse dicha conversación con el mero propósito de pasar el rato, será muy breve y se resume en una palabra: no. Y es que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible.
© Aleix Vidal-Quadras
Blog de Vidal-Quadras: Prohibido pisar las flores