Santiago Niña Becerra prevé un 2012 todavía peor y con una posible recesión global

 ¿Estamos en manos de locos, de políticos saqueadores y mediocres, de un Club Bilderberg o sólo de unos semidioses que juegan a los dados con nuestra nómina?

Santiago Niño Becerra (Barcelona, 1951) cree que la verdadera crisis «empieza ahora», pero no se considera «pesimista». Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramon Llull, este catalán predijo en 2006 para ABC una crisis de deuda soberana a nivel global. Ahora que estamos inmersos en ella, apunta al cambio de modelo productivo.

—¿Nos encaminamos hacia una recesión global?
—Sin duda. Con una globalización financiera mayor que nunca, si unos países tienen problemas todos los acusan de una manera mucho más sensible. No se ha interpretado la evolución de la recesión de una forma correcta. Entre la crisis de las «subprimes» en 2007 y mayo de 2010 hubo una precrisis. El año pasado, los gobiernos se dieron cuenta de que inyectando dinero no se iba a recuperar la economía. Ahora estamos en una crisis sistémica, de agotamiento de un modelo. Y hasta que no se afronte, nada va a cambiar.

—Pero 2010 fue uno de los años con mayor crecimiento a nivel global.
—Lo fue por unos países emergentes que tienen crecimientos ficticios y atípicos, basados en las exportaciones y en el crédito. China tiene una burbuja inmobiliaria enorme, Brasil una deuda privada terrible... Son economías demasiado dependientes de que puedan exportar. Si se produce una caída del PIB en los países occidentales como está ocurriendo, su crecimiento se verá resentido.

—¿La recuperación global implicará un crecimiento menor?
—Por descontado. Creo que en 2011 y 2012 el crecimiento seguirá bajando, en 2015 entraremos en una fase de estancamiento y a partir de aquí iniciaremos una etapa de recuperación suave sin llegar a los niveles precrisis. Hasta ahora hemos crecido tanto porque hemos vivido endeudados hasta las cejas. Se han generado unos activos financieros que se han vendido por un valor muy superior al real. Si todo eso va a desaparecer, el crecimiento mundial va a ser mucho menor. Y si encima vamos a tener que consumir menos recursos, la desaceleración es evidente. El problema es que el factor trabajo se va a resentir: al haber menos actividad, habrá menos empleo y mayor paro. La productividad y la eficiencia será mayor, pero no así el crecimiento.

—No tiene muchas esperanzas.
—La verdadera crisis va a empezar ahora. Al ser la crisis global, la recuperación tendrá que ser mundial. Esto se producirá cuando todos los países afronten que ellos y sus bancos han contraído deudas que nunca van a poder pagar. Y empiecen a adoptar políticas fiscales y monetarias comunes. 

—Chipre, Italia, España... ¿va a haber algún rescate?
—Yo pienso que no, pero porque son inasumibles. Se habla de rescates a países cuando lo que se rescatan son las entidades financieras que detentan la mayor parte de la deuda pública de cada país. Lo que va a pasar es que desde Bruselas se van a monitorizar más a los estados con problemas, aumentando la supervisión sobre ellos. España va a ser uno de esos países.

—¿Hay soluciones?
—Lo malo que tenemos en España es que se politiza todo. Hay demasiadas regiones, que tienen excesivas competencias cuando no generan un PIB suficiente para ello. Y esto se plantea como un debate político cuando es meramente técnico. De todas formas, dependemos por completo de la Unión Europea: en el futuro, las áreas económicas serán más importantes que los propios países. Bélgica lleva un año sin Gobierno y funciona: eso hace un siglo era impensable.

—¿En este escenario, EE.UU. volverá a ser el motor de la economía global?
—En absoluto. Tiene problemas de deuda terribles. Y un factor que nadie quiere afrontar: ya no hay confianza en el dólar como divisa internacional. Vamos hacia el fin de ciclo del dólar.




La opinión de los expertos


J. T./Unai MEZCUA/M. a.

Rafael Pampillón (profesor del IE Business School): «Crisis en EE.UU. y Europa» En opinión de Rafael Pampillón, no nos encontramos en una recesión global, ya que los países emergentes cada vez dependen menos de las economías occidentales, aunque sí existe una caída de la actividad en EE.UU. y Europa. «Se está encubriendo el problema a base de liquidez, los bancos centrales están dando excesivo crédito a los mercados y hay riesgo de futuras tensiones inflacionistas», asegura. La solución que deben afrontar tanto en EE.UU. como en Europa es recortar el gasto público. «El BCE cometió un error al subir los tipos en abril y después en julio. Debería fijarse en la Reserva Federal», asegura. 

José Ramón Pin Arboledas (profesor del IESE): «La profecía autocumplida» Para José Ramón Pin Arboledas, ex diputado de Unión de Centro Democrático y prestigioso profesor de la escuela de negocios IESE, resulta «muy difícil que haya una segunda recesión a nivel mundial» la cual, en caso de producirse, no vendría provocada exclusivamente por causas de tipo financiero. «Se trata de un tema más psicológico que económico» —destaca— pues, si no para de repetirse un mensaje negativo, la sociedad podría llegar a asumirlo y este se convertiría en realidad. Así, Arboledas habla de la «profecía autocumplida», un mal presagio que se haría realidad sin causas materiales suficientes.

Javier Tahiri en ABC

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Mi artículo en Diario de Ibiza: Como nos ven los turistas. Archivado también en Notas de un Fenicio

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