Con un artículo titulado "Sobre imbéciles y malvados", Pérez Reverte ha querido despedirse de Zapo. Bajo apariencia contraria, el artículo es un encendido elogio del saliente mamarracho, que muchos en la derecha difunden y celebran casi como una genialidad. Resulta que, según el escritor, Zapo hizo muchas cosas excelentes: “Ampliación de los derechos sociales, el freno a la mafia conservadora y trincona en materia de educación escolar, los esfuerzos por dignificar el papel social de la mujer y su defensa frente a la violencia machista, la reivindicación de los derechos de los homosexuales o el reconocimiento de la memoria debida a las víctimas de la Guerra Civil. Incluso su campaña para acabar con el terrorismo vasco, señor presidente, merece más elogios”.
Bueno es saber lo que quiere el señor Pérez Reverte para España: “derechos sociales”: ¿qué es eso? ¿La ruina de la seguridad social, quizá? “Educación escolar”... al estilo socialista, dominada, esta sí por una mafia progre empeñada en acabar con la libertad de enseñanza so pretexto de una “mafia conservadora” que no explica. “Papel social de la mujer?” ¿Se refiere al aborto, las cuotas y esas memeces con tinte criminal y anticonstitucional? “Derechos de los homosexuales” ¿Tienen los homosexuales derechos especiales aparte de las demás personas? Como todos los demagogos confunde a los homosexuales con los homosexualistas, incluida su parodia de matrimonio. “Memoria debida a las víctimas de la guerra civil”, ¿A qué víctimas? ¿Llama memoria a la falsificación histórica más desvergonzada y subvencionada con dinero de todos? ¡Y hasta considera “campaña para acabar con el terrorismo vasco” a la más desvergonzada colaboración del gobierno con los etarras!
Entonces, ¿qué encuentra mal en Zapo este hombre? Le llama imbécil porque encargó, dice, tan trascendentales reformas a un equipo de “esbirros, sinvergüenzas, cobardes y analfabetos”, etc. ¿Qué es esto, después de lo anterior, más que una salva de fuegos artificiales, pura palabrería sin el menor contenido?
Pero es que además, el supuesto imbécil derivó a “malvado”. ¿Por qué? Porque “mintió y traicionó a todos” ¿Podría detallarlo un poco? Y porque “deja un Estado desmantelado e indigente”. Bueno, ahí hay algo más, pero no mucho. Lo más grave para el escritor es que el estado puede quedar ahora “en manosde la derecha conservadora para un par de legislaturas” ¡Horror! Y, más horrible todavía, “Con monseñor Rouco y la España negra de mantilla, peineta y agua bendita, que tanto nos había costado meter a empujones en el convento”. Pérez debe pertenecer, entonces, a la "España blanca". Pero no, señor Pérez Reverte. Ustedes, vamos, no usted personalmente sino gente que piensa como usted, no han metido a empujones a la Iglesia en ningún convento, han tratado de exterminarla en un auténtico genocidio, y borrar hasta de la memoria la cultura cristiana. Se lo informo, ya que le gusta la memoria histórica.
Termina este ejercicio de literatura bocazas con una patochada lacayuna: “Ni inglés ha sido capaz de aprender, maldita sea su estampa, en estos siete años”. Pues vaya usted a darle clases, hombre.
Uno se maravilla de la alegría de la derecha por semejante sarta de despropósitos. El nivelón.