"Si tengo que dejar de bailar, me muero", solía decir Carmen en diferentes etapas de su vida. Es creíble; era la danza personificada, toda ella de una pieza sacaba en cada momento los pasos precisos como si los arrancara de las entrañas de la Tierra, pues ella ni siquiera estudió en academias de baile.
Quien quiera leer su biografía la encontrará en la Wikipedia.
Baile de Carmen Amaya con el relato de Antonio Mairena en el documental "El granizo sobre los cristales" de David Prats.
Esta filmación es impagable, por lo temprano de la fecha, 1935, antes de la guerra civil y porque... Carmen baila con un vestido. Es raro no verla con sus pantalones de cintura alta y ceñida y de pata ancha.
Basta verla unos pasos para comprender que como bailarina ya está hecha y cortada a su manera.
Un torbellino en este bello vestido. El ojo humano o la cámara son incapaces de captar la velocidad de su brazos, en sus espectaculares giros y bucles sin perder la verticalidad.
"El embrujo del fandango" es de 1937, ya en plena guerra, aunque en un momento determinado ella pudo irse a América. Estas imágenes fueron rodadas en Cuba y en México, si no me equivoco.
Todo un lujo, solía usar tres guitarristas, incluso cinco en alguna ocasión. Y por supuesto, sin el nefasto cajón, un tamborzuelo que se está cargando el flamenco de hoy.
En Estados Unidos, 1944
'Música en la noche', por Alegrías, realizado en México en 1958 con su propia compañía.
En 1963 rueda una película magnífica, 'Los Tarantos' . Ya estamos en el final de esta artista total, que falleció a los 50 años, cuando todavía pudiera haber dado mucho de sí.
Y ahora prepárense para alucinar: la troupe de Carmen Amaya demuestra su afiligranada agilidad para el toque de palmas en unas Bulerías antológicas. Improvisado, pero todo acaba siendo muy medido.
Yo no he visto jamás tocar unas bulerías con esta precisión, variedad y rapidez. Estaban muy conjuntados, pero no es eso: eran muy buenos.
No intentes seguir las palmas o los últimos pasos de baile con los ojos: es imposible. Piensa que este video es de 1961, si no me confundo. Moriría dos años después.
Aquí sólo toca con un guitarrista, pero da igual. Resulta que es un excelente tocador, Andrés Batista. Tengo discos de él, o los tenía. Una joya.
Como en el caso de Camarón, no ha nacido todavía nadie que pueda igualar a Carmen Amaya.. Disfrutemos de estas maravillas los que nos gusta el flamenco y el arte universal.
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