La EPA ha golpeado a Zapatero con la brutalidad de unas cifras descomunales: 4.978.300 parados padecía España a finales de septiembre. Una catástrofe que ha descuartizado al PSOE, al decrépito Zapatero y al atribulado Rubalcaba. Para la opinión pública esa es la realidad más cruda de la gestión zapatética.
La cifra, además, en el mejor estilo del presidente dadivoso está maquillada. En estos momentos más de 300.000 personas reciben “cursos de formación”. Esa camelancia quiere decir que los acogidos en esos “cursos de formación” cobran del Estado y no figuran como parados; en segundo lugar, que el Gobierno cubre de dinero a los sindicatos, administradores de los fondos públicos para los susodichos “cursos de formación”. Así que la cifra de parados reales se eleva a 5.300.000.
Voy a ser indulgente y no hurgaré en la herida abierta. Podría, eso sí, recordar a los empleados artificiales de las empresas públicas y a los que se han enchufado en las cuatro Administraciones, la central, la autonómica, la provincial y la municipal. Afirmar que estamos pagando al menos un millón de empleados innecesarios sería medir por lo bajo.
Es decir, a las 5.300.000 personas paradas habría que sumar al menos 1.000.000 de empleados públicos en puestos innecesarios y contraproducentes, creados de forma artificial. Esa es la herencia zapateresca. No resultará fácil digerirla.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española
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Formentera y el efecto multiplicador de votos, artículo de MP en Diario de Ibiza. Archivado también en Notas de un Fenicio.
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