Secuestrados una extremaña y un balear en los campamentos saharauis

 Campamento saharaui, foto por gentileza de Hernán Zin.


Raquel Quílez | Erena Calvo | Madrid
Actualizado domingo 23/10/2011 11:08 horas

Dos ciudadanos españoles y una italiana han sido secuestrados en los campamentos saharauis del desierto argelino, en Tinduf, según ha confirmado a ELMUNDO.es el presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui, Pepe Taboada, así como el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El secuestro se produjo hacia las dos de la madrugada de este domingo en el área de Rabuni, la capital administrativa de los campos de refugiados. Los secuestrados serían la extremeña Ainhoa Fernández del Rincón, representante de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura; Enric Gonyalons, miembro de Mundobat y de origen balear según ha informado la propia organización española, y la ciudadana italiana Rosella Urru, representante del Comité Italiano para el Desarrollo de los Pueblos (CISP, siglas en italiano).
Los tres cooperantes secuestrados llevaban entre nueve meses y dos años residiendo en los campos saharauis del desierto argelino.

El suddelegado del Frente Polisario en Madrid, Sidi Ahmed, ha confirmado a ELMUNDO.es que los captores, que iban armados, llegaron en un vehículo todoterreno que pasaba inadvertido, atacaron la sede de la recepción de extranjeros y se llevaron a los cooperantes tras un forcejeo. Salieron huyendo en dirección sur, rumbo a Mali, perseguidos por vehículos del Polisario.
La española Eddy Escobar, que participa en Tinduf en la muestra de arte 'Artifariti', ha explicado a este periódico que fueron miembros del equipo sanitario de Rabuni los que fueron a socorrer a los cooperantes tras una llamada de auxilio de Ainhoa Fernández.
"Aunque no pudieron hacer nada y uno de ellos, Omar Ahmed Mohamed, resultó herido en el forcejeo", a pesar de que en un principio se había informado de que había sido un guardián.
Según Escobar, la vida se va retomando en los campamentos de refugiados de Tinduf y "la gente se va incorporando a sus trabajos con tranquilidad pero también con preocupación por el estado de los cooperantes y por lo que puede conllevar esta situación".

Disparos y restos de sangre

"Estaba durmiendo cuando empecé a escuchar disparos", ha contado a este periódico el cooperante vasco Juan Bedialauneta, que trabaja sobre el terreno en Tinduf desde hace ya tres años. "Mi habitación está cerca de la de los compañeros secuestrados; cuando oí los disparos pensé que había sido otra cosa como una explosión en alguna cocina", ha continuado.
Bedialauneta, sin embargo, no pudo ver nada. "No había nadie ya cuando salí a la calle, estaba todo a oscuras; entonces me vestí, fui con otros colegas a ver si faltaba alguien y comprobamos que estaban vacías tres camas". Según Bedialauneta, "los saharauis organizaron un dispositivo de búsqueda rápidamente y se mostraban esperanzados de poder localizar a los secuestradores; son unos grandes conocedores del desierto".
El cooperante ha recordado que "los campamentos son un lugar muy tranquilo, que recibe la visita de miles de personas y en el que nunca ha habido un problema similar; además hay muchos controles y seguridad". Ahora dice estar preocupado por los cooperantes. "En el suelo encontramos casquillos de bala y había sangre", ha relatado.

Rabuni es la capital administrativa de los campamentos saharauis que se encuentran en el desierto argelino, y el enclave más cercana a la ciudad argelina de Tinduf. En esta zona es donde se encuentran los servicios de protocolo, la presidencia, los ministerios y las administraciones de los servicios públicos de la RASD.
En los campamentos saharauis viven alrededor de 165.000 refugiados desde 1975, cuando tuvieron que salir huyendo del Sáhara Occidental tras la Marcha Verde marroquí. En la zona hay una amplia actividad de asociaciones solidarias españolas y de otros países.

El Mundo

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