El colapso definitivo: la economía española está en recesión desde junio

Macroeconomía, tercer trismestre, por Roberto Centeno



“España no cumplirá el objetivo de déficit por la deuda de las CCAA”, afirman bancos de inversión y analistas. Asombroso. ¿Cómo no nos habíamos dado cuenta? Nótese que sus previsiones (un 8,5% del PIB) siempre están por debajo de la realidad. Si el descuadre oficial, como se explica a continuación, era ya del 9,9% en el primer semestre y en el segundo, con el rescate de las cajas y el hundimiento de los ingresos, el descuadre es aún mayor, ¿no se les ocurre una previsión mejor? Lo mismo podría decirse de S&P, que vuelve a bajar lógicamente el rating de deuda de España y después augura una recesión, cuando ya estamos en recesión desde hace meses. Según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE), el INE francés, y no solo los apocalípticos y antipatriotas como un servidor, la economía española está en recesión desde junio.

En línea con ello, la UE acaba de colocar la deuda española en la lista tóxica, proponiendo aplicar una quita del 20% a su valor, lo que constituye un auténtico desastre. La banca española perdería 46.000 millones de euros, lo que hará inviables a muchas cajas y bancos, particularmente a las de nueva creación, y la reserva de la Seguridad Social invertida íntegramente en deuda española por orden de Zapatero perderá 11.000 millones de euros. Lo que les faltaba a los pensionistas. Y aún hay algo peor: si a la deuda soberana se le aplica una quita del 20%, ¿cuánto se aplica a la deuda autonómica y local?, ¿el 40, el 60 %? Seamos optimistas, dejémoslo en el 40%. Ello supone un agujero adicional de casi 80.000 millones para la banca, y la consecuencia es clara: dos tercios de los bancos y cajas son insolventes, una catástrofe de consecuencias casi inimaginables. Solo por esto, MAFO y Zapatero deberían ser procesados.


Las cifras oficiales

Veamos los últimos datos macroeconómicos disponibles. Las informaciones oficiales más significativas recientemente conocidas han sido las cifras de Contabilidad Nacional Trimestral No Financiera de Sectores Institucionales (CNTFSI) del segundo trimestre, lo datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de septiembre y los PMI o encuestas de opinión a las empresas, también de septiembre. Dentro de la CNTFSI, que empeora seriamente todas las expectativas, lo primero a destacar es la tasa oficial de ahorro de los hogares, el 13,2% de la renta disponible, con una caída de 2,2 puntos respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, esta comparación no es homogénea, porque en 2010 la base de cálculo era el año 2000, mientras que ahora es el año 2008. En términos absolutos el ahorro de los hogares se situó en 24.056 millones, con un descenso del 15% respecto al año anterior.

El ahorro acumulado de las familias en España es uno de los más bajos de Europa, un 160% del PIB, frente a una media del 200%, lo que convierte en ultrajantes afirmaciones como las del número dos de Economía, el señor Campa, cuando asegura que “las familias españolas tienen mucho dinero ahorrado”. Sin embargo, es aún más grave el hecho de que esta cifra ya no basta para cubrir los intereses y la amortización de sus deudas, fundamentalmente hipotecarias, lo que explica el imparable crecimiento de la morosidad.

Otra cifra clave son las necesidades de financiación de las AAPP, de 27.396 millones en el trimestre, el 9,9% del PIB, o el 9,2 %, si prefieren coger la media móvil de los últimos cuatro trimestres, aunque, como dice Alan Greenspan, eso es mirar la marcha de la economía por el espejo retrovisor, y la mejor forma de estimar el futuro es elevar a tasa anual el último trimestre, matizada con hechos conocidos relevantes. Si hacemos eso, se confirma lo dicho la pasada semana: el déficit público alcanza ya casi el 10% del PIB, frente a un objetivo del 6%. Y como en el segundo semestre hay que sumarle los rescates de cajas y, si queremos acercarnos a la verdad, la estimación de déficit oculto en las CCAA  donde no se han levantado las alfombras, estamos en torno al 11%.


"El ahorro acumulado de las familias en España es uno de los más bajos de Europa, un 160% del PIB, frente a una media del 200%. Esta cifra ya no basta para cubrir los intereses y la amortización de sus deudas, fundamentalmente hipotecarias, lo que explica el imparable crecimiento de la morosidad"

No solo no hemos avanzado nada en la reducción del déficit público, es que hemos retrocedido. Seguimos gastando casi el doble de lo ingresamos. En cuanto al sector financiero, por si las quitas en deuda soberana y periférica no fueran suficientes para certificar su ruina, su capacidad de financiación fue solo de 1.175 millones en el segundo trimestre. Con estas ridículas cifras, ¿cómo van a poder devolver los 150.000 millones de deuda que vencen a finales de 2012? Es verdaderamente difícil encontrar una forma más rápida y efectiva de destruir una nación.

Otros indicadores oficiales confirman que el sector inmobiliario continúa en caída libre: “Las ventas de viviendas se han hundido de nuevo a tasas desconocidas, hasta alcanzar caídas interanuales del -34,8% en julio y -38% en agosto”. Un indicador claro de que la economía ha entrado en una fase de deterioro profundo. Las viviendas van a bajar entre un 30 y un 40% adicional, según los expertos independientes. “El consumo aparente de cemento -el mejor indicador de la actividad constructora- experimentó en el bimestre julio- agosto un descenso interanual del 21,6%”.

Mientras, la afiliación a la Seguridad Social disminuyó en 230.000 personas en el bimestre agosto-septiembre en media mensual, pero si hacemos lo mismo con las cifras a fin de mes, el desplome es de 336.000. El empleo se redujo en 50.000 personas en agosto, en 96.000 en septiembre - ¡el equivalente al mayor campo de futbol de España lleno hasta los topes en solo un mes!- y en octubre acaban en el paro casi 10.000 personas diarias. Es decir, una recesión de la peor especie, porque esta destruyendo empleos a una velocidad de vértigo, y no digamos el número de cotizantes a la Seguridad Social.

Asimismo, se da una tendencia al hundimiento en todos los sectores productivos, entre los destaca el empeoramiento del sector de la construcción, cuyo ritmo anualizado de caída de afiliados es del 16% y, como señala Ángel Laborda, director de Coyuntura de FUNCAS, se trata de “un indicador que es un excelente termómetro del mercado laboral y de la evolución del PIB”. Claro que si el paro está creciendo vertiginosamente, algo casi imposible cuando existen 6 millones de parados reales, la afiliación a la Seguridad Social hundiéndose y haciendo inviable el mantenimiento de las pensiones y el déficit público por las nubes, ¿qué más hace falta para hablar de recesión?


Las cifras independientes

Creo que las cifras oficiales son más que suficientes para ilustrar la dimensión del desastre. Y la pregunta es, ¿hasta cuándo puede un pueblo aguantar una ruina que no cesa? Muchas esperanzas están depositadas en el cambio y, ciertamente, es  condición necesaria, pero no suficiente. Algunos hechos llevan a la desesperanza. ¿Cómo es posible que los presidentes de CCAA del PP que dicen estar arruinados, vayan a una comida a Bruselas con un séquito de 56 personas como si fueran el Zar de Rusia?; ¿cómo es posible que Gallardón vaya en la lista de Madrid con la idea de ser ministro de Fomento, después de haber endeudado Madrid para varias generaciones -700% de descuadre en el déficit- con obras tan faraónicas como innecesarias como los túneles de la M-30, el Palacio de Cibeles y el pelotazo del Bernabéu. No es de extrañar que Cascos haya conseguido 16.000 firmas en Madrid en diez días y que sus expectativas y las de UPyD en la capital sean cada vez mayores. En una España en ruinas, muchos madrileños, entre ellos un servidor, jamás votarán una lista que lleve a Fomento al mayor despilfarrador del Reino.

Volvamos al tema: ¿de qué nos sirven cifras independientes si las oficiales son suficientes? Pues para cuantificar la caída. Consumo privado: 56% del PIB; los índices relacionados son ventas minoristas -4 % en julio y agosto, ventas grandes empresas: -2,6% durante el mismo periodo. Y no me digan que ventas no son VAB, cierto, pero las variaciones son casi análogas. Cifra oficial: “Disponibilidades de bienes de equipo -indicador del 30% del PIB- intensificaron en el tercer trimestre de 2011 su caída desde el 11,4% del segundo trimestre hasta el 16,9%”. Hagan la media ponderada y ¿qué tenemos? Una caída del 7,7%, añádanle 2,6 puntos del saldo exterior y -5,1%. Cojan ahora las correlaciones más obvias, con el consumo de gasóleo automoción o con las afiliaciones a la Seguridad Social, y estamos en el -4 o -5%. La economía española está cayendo entre el 4 y el 5% señores analistas.

No es de extrañar que el Gobierno incumpla de nuevo la Ley y se niegue a dar el cuadro macroeconómico de 2012 para no cuantificar la ruina del país y los inevitables recortes de sueldos públicos y pensiones que se avecinan. Lo grave es que sin ello las CCAA no pueden elaborar presupuesto alguno.

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